¿Cómo Saber que eres “Perrimamá”?

¿Tu perro es el miembro más querido de la familia? Hoy es más común encontrar a personas solteras o parejas sin hijos que deciden adoptar a un perro para llenar con amor el hogar. No es extraño. Después de todo, siempre han formado parte de la historia humana. Han sido compañeros, guardianes, protectores… y ahora hijos.

Desde hace unos años, el término “perrihijos” se convirtió en algo más que una palabra rimbombante para nombrar a los canes que son consentidos por sus dueños como si se trataran de sus padres biológicos y se ha convertido en todo un estilo de vida. Ahora es todo un estilo de vida.

Lo podemos ver en la cantidad cada vez mayor de restaurantes, hoteles, spas, estéticas y hasta funerarias enfocadas en perros. En el mismo Happy Can Camp hemos recibido a perros que requieren cuidados especiales, desde almohadas y cojines para dormir hasta su marca de croquetas favorita, ya que no comerá otra cosa.

Las causas del auge de los perrihijos son muchas: mayor carga de trabajo, los traslados de la casa al trabajo y cada vez menos tiempo libre, el esfuerzo para dedicarse de tiempo completo a un hijo es limitado, sin tomar en cuenta los gastos que trae un nuevo bebé desde antes de su nacimiento, por lo que deciden posponer o aplazar esa decisión.

Por otra parte, los perros son los preferidos en cuanto animales de compañía: son leales, afectos al cariño, muy buena compañía y apoyo. De hecho, el Consejo Nacional de Población (CONAPO), estima que el número de perros domésticos aumentó 20% desde el 2000 hasta la fecha.

Además, su mantenimiento es barato y existen servicios especializados para su cuidado. En promedio el gasto puede ser de 3 mil pesos o 150 dólares al mes entre alimento, baños, premios, ropa, consultas y medicamentos.

¿Cómo saber si eres perrimamá? Si cumples con al menos 3 de estas conductas:

  1. Te has referido a tu perro como “mi hijo” o “mi bebé”
  2. El perro tiene acceso a todos los espacios de la casa: se sube al sillón y a la cama.
  3. Eres muy permisiva con tu perro: le perdonas cualquier conducta
  4. Tu perro convive más con personas que con otros perros
  5. Suele comer lo mismo que la familia o tiene una dieta especial (no croquetas)
  6. Si tienes que separarte de tu perro, se pone extremadamente ansioso
  7. Le has comprado ropa y lo sacas a la calle vestido
  8. Lo llevas a fiestas, eventos y reuniones con familia y amigos
  9. Has reducido la cantidad de viajes y horas de trabajo por estar a su lado.
  10. El perro recibe regalos de Navidad, Día de Reyes o cumpleaños

¿Esto puede ser dañino para los perros? Aunque no lo parezca, sí. Un perrihijo desarrolla tal dependencia a su dueño que en situaciones, como viajes de trabajo o vacaciones, presenta cuadros de estrés y ansiedad muy severos. Incluso han existido casos de perros con ataques cardiacos por el estrés de la separación.

Los problemas de obediencia son otro efecto secundario, pues el dueño no le estableció límites desde cachorro y requerirá de los servicios de un entrenador para corregir las malas conductas. Además, la sobreprotección puede provocar que tenga problemas para convivir con otros perros. Esto se puede ver más en perros de razas pequeñas, que son los preferidos como perrihijos.

Te recomendamos, a fin de ayudar a tu perro a tener una vida plena y sana, acudir con especialistas en nutrición, salud, higiene y entrenamiento canino a fin de que aprenda cuestiones como obediencia y convivencia con otros perros, obtener una alimentación equilibrada y saludable y a reducir la dependencia de sus dueños, lo cual se traduce en más años de vida y mejor estado de ánimo.

En Happy Can Camp estamos para ayudarte, ya sea mediante sesiones de entrenamiento, resguardo, guardería y veterinaria. Estamos en el 222 644 1275.